Técnica de cepillado dental
En el presente post nos centraremos en la Técnica de Bass, existiendo múltiples técnicas de cepillado, sin que ninguna haya demostrado ser universalmente superior. Todas ellas mejoran algún aspecto en concreto y ello hace que, en ocasiones, sea adecuado el combinar más de una técnica.
Cualquier método de cepillado que elimine efectivamente la placa sin dañar los tejidos blandos o duros es aceptable. Aquellas técnicas o métodos que resulten fáciles de aprender y requieren un mínimo de tiempo son los mas favorables.
La Técnica de Bass es de gran utilidad para pacientes con inflamación gingival y surcos periodontales profundos.
El cepillo se sujeta como si fuera un lápiz, y se coloca de tal manera que sus cerdas apunten hacia arriba en el maxilar superior y hacia abajo en la mandíbula formando un ángulo de 45 grados en relación con el eje longitudinal de los dientes para que las cerdas penetren con suavidad en el surco gingival. Asimismo, se presiona con delicadeza en el surco mientras se realizan pequeños movimientos vibratorios horizontales sin despegar el cepillo hasta eliminar la placa gingival durante 10 a 15 segundos por área.
Si seguidamente el cepillo se desliza en dirección oclusal para limpiar las caras vestibulares o linguales de los dientes se denomina método de Bass modificado.
El ruido por frotamiento de las cerdas indica presión excesiva de la vibración o movimientos desmesurados. El mango del cepillo se mantiene horizontal durante el aseo de las caras vestibulares de todos los dientes y las caras linguales de los molares y premolares pero se sostiene en sentido vertical durante el cepillado de las caras linguales de los incisivos superiores e inferiores.
Las caras oclusales se cepillan, haciendo presión en surcos y fisuras y con movimientos cortos anteroposteriores.
El cepillado de la lengua y el paladar permite disminuir los restos de alimentos la placa bacteriana y el número de microorganismos.
La técnica correcta para cepillar la lengua consiste en colocar el cepillo de lado y tan atrás como sea posible sin inducir náusea, y con las cerdas apuntando hacia la faringe. Se gira el mango y se hace un barrido hacia delante, y el movimiento se repite de seis a ocho veces en cada área, también encontramos, en farmacia, raspadores linguales.
La frecuencia del cepillado depende del estado gingival, la sensibilidad a la caries y minuciosidad del aseo. Los adultos que no son susceptibles a la caries y sin afección gingival pueden cepillarse y utilizar el hilo dental una vez al día después de la cena. Los adultos con afección gingival sin susceptibilidad a la caries pueden utilizar el cepillo y el hilo dental dos veces al día. Los jóvenes y las personas con propensión a la caries dental deben cepillarse entre los 10 minutos posteriores de cada comida y antes de dormir. El cepillado nocturno es muy importante porque durante el sueño disminuye la secreción salival.
No te olvides de leer nuestro post sobre «Normas de higiene bucodental«.